martes, 8 de noviembre de 2011

PLUMAS AL VIENTO

Había una vez un hombre que estuvo contando mentiras acerca del sabio del pueblo.
Con el tiempo, aquel chimoso se dio cuenta de que había actuado mal. Fue a pedirle perdón al sabio y le preguntó
cómo podía corregir el error. El sabio le pidió una sosla cosa:
tenía que agarrar una almohada, abrirla con un cuchillo y esparcir al viento las plumas que tenía dentro.
El chismoso se quedó extrañado, pero decidió complacerle.
Luego volvió a ver al sabio y le preguntó:
- ¿Ya estoy perdonado?
- Primero tienes que ir y recoger todas las plumas - respondió el sabio.
- ¡Pero eso es imposile! El viento ya las ha dispersado - protestó el chismoso.
- Pues igual de imposible es deshacer el daño que ya has causado con tus palabras - concluyó el sabio.

Una vez que dejamos salir las palabras no podemos recuperarlas y a menudo nos resulta imposible arreglar el daño que causan.
Por eso, antes de contar cualquier cosa sobre alguien, recordemos que estamos a punto de soltar plumas al viento
.

2 comentarios:

  1. Esta muy lindo el texto.


    Malvina,Victoria y Sofia A

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  2. MUY BUENO.....
    ANTES DE SALIR A HABLAR DE LAS PERSONAS HAY QUE FIJASRSE EL DAÑO QUE SE PUEDE CREEAR.

    SILVIA ECHEVARRIA . MAMA DE VICTORIA

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