CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA FRÍA
Se organizó un sistema bipolar rígido, en el que no cabían las posiciones intermedias, que
alineaba a dos bloques de países agrupados entorno a dos potencias imperiales, Estados
Unidos y la Unión Soviética. El mundo de la posguerra había sido preparado para contemplar
la hegemonía de los tres grandes, pero el agotamiento del Reino Unido y los graves problemas
que le acarreó su proceso descolonizador le forzaron a descargar paulatinamente sus
responsabilidades internacionales en los norteamericanos que se convirtieron en los
gendarmes occidentales frente al bloque liderado por la URSS.
La tensión permanente entre los dos polos, motivada por la búsqueda del equilibrio
estratégico en un mundo profundamente alterado por la Segunda Guerra Mundial y sometido a
continuos cambios en la posguerra. La necesidad de una reafirmación permanente del
liderazgo de las dos superpotencias, el forzado alineamiento de las demás naciones y el
continuo rearme militar e ideológico, son las consecuencias más importantes de la búsqueda
del equilibrio, que haya en la carrera nuclear su máxima expresión.
Se establece una política de riesgos calculados destinada en un primer momento a la
contención de los avances del adversario y luego a disuadirle de cualquier acto hostil, pero
evitando provocar un conflicto de carácter mundial. Esta política condujo a la continua
aparición de puntos calientes (Corea, Berlín, Cuba, etc.) , Donde los bloques midieron sus
fuerzas, dispuesto a volver a las negociaciones cuando los riesgos fueran excesivos para
ambos. La incertidumbre ante las intenciones y la capacidad de resistencia del adversario
forzaban a un continuo incremento de la capacidad ofensiva de los bloques, ya que el último
riesgo a asumir, presente en los planes de los estados mayores, sería la Tercera Guerra
Mundial.
El papel asignado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como foro de discusión
entre los bloques, último recurso ante las crisis y, a la vez, escenario de la propaganda de los
adversarios. Pese a los efectos negativos del veto, el Directorio Mundial que representaban los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad y el creciente protagonismo de la asamblea
General y del Secretario, convirtieron a la ONU en una vital plataforma de diálogo en unos
años en los que el lenguaje internacional parecía cargado de connotaciones bélicas.
Fuente: Julio Pecharramán, La Guerra Fría, La OTAN Frente al Pacto de Varsovia, Editorial
Siglo XXI, Madrid 1998. Página 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario